domingo, 21 de octubre de 2007

Reconozco que soy humano

- He de confesar en este momento de juicio y en esta banquillo de acusados. Me confieso culpable de reconocerme perfecto, y confieso tener la humildad suficiente para decirlo, perfecto como ser vivo y perfecto como ser pensante, y no exagero al decir que me reconozco perfecto entre mis iguales, tan perfecto como todos. Sin embargo, dentro de mi perfección, reconozco que soy igual a todos, pero nadie es igual a mi. Es que tengo un secreto, soy superior a los demás, pero nadie lo sabe, y nadie esta consciente de mi perfección, pues nadie me conoce perfectamente. Y en eso radica tu imperfección, (si, tu que estas leyendo mi confesión, tu que me crees soberbio, nunca llegaras a comprender mi perfección porque no me conoces y si me conocieras completamente lograrías comprender a que nivel de perfección me encuentro, y entenderías que mi destino fue nacer para ser perfecto. Pero quizás no me entiendas y es comprensible) radica en que no reconoces la perfección dentro de ti, y mientras tu no la hagas, nadie lo hará. No es difícil, solo hace falta confesar que eres perfecto y comprender que lo eres. Asimilar la idea de que entre todos tus iguales, tu eres perfecto, y que eres igual a todos, pero nadie es igual a ti. La perfección esta en reconocerte que eres perfecto con tus virtudes y habilidades, y que tus propias imperfecciones te llevan a la perfección, la perfección de existir, de vivir, de sentir y de pensar, reconoce que cada humano es perfecto. Reconoce que eres humano-.

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