lunes, 22 de diciembre de 2014

Cuando las sombras inundaron
como una lluvia las comarcas pacíficas
y el bramido huracanado
descendía violento e insolente
"¡Me quedo por una razón!"
grité desgarrando mis ropajes,
explotaremos como mil tormentas,
pero me quedo por un razón.
Aquel amor fue tan fuerte.
Aquel amor fue una cadena,
y permanecí.
Me pueden desgarrar el corazón,
me pueden quemar la piel sin compasión,
me pueden desmembrar en el caballete,
yo me quedo por una razón.


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