miércoles, 21 de noviembre de 2018

para morirme tengo tu voz a media asta,
con una canción silenciosa,
un llanto disimulado,
tengo tus ojos idos,
centelleando una estrella triste,
llorando una pena espesa
que te dejó una madre

domingo, 4 de noviembre de 2018

si pudiera deconstruir cualquier rostro, podría usar toda la arcilla del mundo para reconstruir tu topología, excavando en todas las particularidades, tomando pedazos de esto y aquello hasta reconstituirte integramente, con estos ojos, con esa nariz, sacar un poco de aquí, ponerlo allá, y producir tu silueta como un tapón que se ajusta perfecto a la grieta por la cual grita a raudales mi pena mares de lagrimas violeta, aunque todo sea sintético, qué no lo es.