domingo, 25 de marzo de 2018

este puede ser el despeñadero subjetivo más terrible que haya tenido que atravesar - o un desbalance de serotonina catastrófico- que se escenifica en un prototipo de domingo en tu cama hasta las seis, albergado del mundo que se cae en un bunker de madera santa, comiendo en tu cama o leyendo o haciendo el amor moribundo como un esqueleto. Hay tantos nudos que fueron hechos para desatarse jamás, y yo corriendo errático por ahí en el jardín, colgando de los techos como condenado, y tu con respiración felina intentando atraparme para que no me caiga y me caigo y me caigo y me caigo en un vacío subjetivo blanco y ciego, precario, y comienza el calvario de nuevo, el mio, y el tuyo, y el mio que arrastra al tuyo, perdón. En esto pienso, mientras me conducen frente al pelotón de fusilamiento.

sábado, 24 de marzo de 2018

espero que lo que por mi lloraste, retorne en alegrías en otros avatares

viernes, 23 de marzo de 2018

estoy bebiendo de las pastillas del silencio
un bloque de concreto, una guerra en el desierto,
todos los fantasmas de este yermo,
serán ejecutados al caer el sol,
fuera de este mundo, en otra dimensión,
la guerrilla espera, la liberación,
un sol rojo que se levanta
quemando las llanuras,
el olvido, el descanso, la salvación

lunes, 5 de marzo de 2018

debiste haberme apuñalado cuando pudiste