domingo, 15 de febrero de 2015

¿Qué fue de ti
cuando necesité el amparo de tu seno maternal?
si es que me ahogué
en tanta ausencia de regazo maternal,
¿qué fue de ti
cuando faltó el abrazo consolador?
¿por qué lugares andabas haciendo falta,
no cansándote de no creer,
perseverando en no buscarme no encontrándome?
¿y entonces cuál mano recogió para dejar ir
mi gruesa lágrima transparente?
¿cuál la dejó caer?
¿a la inmensa pena histórica encarnada
quién la acogió, quién la dejó caer?

lunes, 9 de febrero de 2015

en esta piel de turno, dejaría unos rastros, quizas,
unos trazos que me acomapañarán,
quizás, algún tiempo más,
y recordar, quizás, algún concepto trascendental,
algo que mañana quizás, no quiera olvidar,
alguna fantasía, alguna ensoñación,
algún cuerpo extraño ya vuelto canción,
algo que quiera, y lo quiero ahora,
algún desatino no providencial,
¡hey! no consumas tu esfuerzo
donde estás
si es que me escuchas
donde estás
no consumas tu esfuerzo personal,
que en la quietud,
en la quietud...
no consumas tu esfuerzo personal,
que en la quietud,
ya ves, verás,
y espera,
no consumas tu esfuerzo personal,
y espera, que en la quietud,
ya ves, verás,
como el loto se abre en flor
Belladonna, the lady of rocks
the lady of situations,
como la circunstancia se abre en flor
y la luz trascendental,
se desborda en paz,
la tirada en cruz,
el ángel,
el consejo arcano reza
no consuma tu esfuerzo personal,
que en la quietud,
espera, ya ves, verás,
como la circunstancia se abre en flor,
y la luz trascendental
en paz circulará

sábado, 7 de febrero de 2015

me cuesta tanto esperar, no se esperar
pero ¿a que le temo?
¿que tengo terror de encontrar en mi vacío interior?
¿que cruda verdad sobre mi?
con que dientes muerde el silencio

viernes, 6 de febrero de 2015

siempre el final se demora tanto en terminar
y el principio tan poco en empezar

martes, 3 de febrero de 2015

Con que desesperación te amé y ahora estás distante como un faro,
y como un eco desde un abismo me esfuerzo en escucharte,
cuanto mar crucé nadando para ahogarme en la orilla,
y todos los te amo juntos a esta hora queman
en la espalda, en el pecho, en la garganta.
Ahora no me escuchas, ya ni me quieres ver,
y mi voz se siente huérfana cantando al viento,
apretando el aire entre los dedos,
atrapando la ilusión de un recuerdo,
jugando con tu pelo que quedó entre mis sábanas,
debajo de la silueta de los dos en un desvelo
Ya ni quieres saber de mi,
¿y donde apoyo mi espalda?
¿quien rodeará mi cuello?
¿quien mirará mis manos?
Ya ni quieres saber de mi,
y yo muriendo por completarte,
por reflejarte, por elevarte.
por rodearte y sostenerte,
sonreírte y traspasarte.
La pureza de la soledad simple del desierto
me interpela con una respiración de fuego,
una simpleza de pies descalzos
sobre la dura tierra seca,
recuerda una familiaridad originaria
del viento tibio en el rostro,
el abrazo del descampado,
el verdegris estoico,
al aguilucho heroico planeando el celeste,
y el espanto de las nubes abre el cielo,
a un comunión estelar de acuarela salpicada,
de negrofondo agujereado,
de leche derramada,
alegórica sobre el desierto,
en tenue captación del sentido en soledad,
en corta promesa verde, de suspiro de agua,
de descanso regalado,
esperanza de la nada.



lunes, 2 de febrero de 2015

odio como el amor se funde con la carne
y en un mismo lamento
extrañan juntos el corazón y la piel