viernes, 29 de septiembre de 2017

algo me duele tanto adentro
no me deja hacer nada,
solo quiero gritar un nombre que no puedo pronunciar
que ya es imposible,
y quiero decirle algo,
que ya no puedo decirle,
que ya no tengo el derecho a hacerlo,
pero te extraño tanto,
tanto, que ya no puedo hacer nada más
que quedarme callado y esperar
a que en este tiempo congelado
la pena que me devora por dentro
pronto me de un descanso,
antes de que acabe por
perder todos los contornos

martes, 26 de septiembre de 2017

desertar,
hacer la huelga humana
detrás de tus pestañas,
perder la luz,
morir en el intento

domingo, 24 de septiembre de 2017

mujer yo soy tu único infierno
el calor ausente que arropa tus llantos,
el fantasma que te abraza en silencio, mujer,
tu eres
mi crucifijo y crucifixión,
el punto, el oasis,
donde tocan final todos los desiertos,
todos los largos años de éxodo,
y donde comienzan otros,
nuevos y terribles

viernes, 22 de septiembre de 2017

Podría hacerme un
collar de huesos
con todas las penas que he botado
por el desagüe
esta mañana, y amarrarlo
con tus pelos
que quedaron en la esponja,
podría
secar todo el mar
con el desierto
que ha crecido en mi pecho,
aspirar pastillas molidas,
y hacerme un hoyo en los parpados
para botar la sal seca,
también podría
ahogar todas las luces de la ciudad con mi pena
tus besos ya no me caben en la boca
ya no me caben
en el espacio que se acorta
entre mi alma y el infierno.
Tu sonrisa
ya no me cabe en los ojos,
ya no me cabe,
y se me anega el pecho
cuando tu sonrisa llueve
sobre mis párpados de piedra,
cuando tu media sonrisa triste
me mira y se va
y todo el océano del mundo
se me hunde en los ojos,
y la columna negra se me cae al suelo llorando
lágrimas de plata triste

miércoles, 20 de septiembre de 2017


lunes, 18 de septiembre de 2017

two sugars would be great
'cause I'm fading fast
and it's nearly dawn
¿cómo borrar con una mano
los avatares de la mala conciencia
como volverse no nacido para los ojos
para los medios, para las lenguas,
para los agrezas,
las discordias, las distonías,
la desincronización vital de los tiempos
y de las contingencias?
¿como sintetizar la familiaridad,
obtener una cura del cariño,
de la cercanía y la confidencia?
como entregar inocentemente cualquier afecto
y ser franco?


¿cómo hacer?


¿Cómo ya nunca más perder la inocencia,
y, a la vez,

no ser también ya radicalmente consciente
de que ya cualquier afecto se actuará en un escenario
se amará como un guión
como un fantasma en el teatro,
se acariciará con una onomatopeya,


y poder dejar de saber por un rato
que todas las ternuras serán de utilería;
serán como un cartón de leche reciclado:

cada vez que se le reutiliza
adquiere una pequeña pestilencia

una leve agriedad
que cubre sutil
pero insoportablemente

todos los sabores,

hasta ya no ser capaz de disfrutar nada





Oh

cómo hacer




Cómo

momentáneamente

desconocer
que la única

manera de conjurar esos hedores
es volver

a los mismos delgados brazos

a la misma amplia sonrisa

a la misma porcelana



que los iluminó un día

que los tomó de un bote de reciclaje inmundo


y los limpió con paciencia
y los pulió tiernamente
y los besó con ternura y así


durante un tiempo
consiguió

que el solitario ángel del pantano

ya no estuviera tan triste
este dolor se siente como un frío que se me cae
de la frente, que me escala por la espalda,

por dentro,


donde se afirma de todas las visceras para empinarse,
y las hunde

en liquido,

un liquido frío
que corre

hacia arriba

como una
cascada,
que se
pone

denso

en el estómago,
que
contrae
los músculos
para

empujarlo
hacia


arriba,

desde
la zona

de la pelvis
y el
ano,
hacia


el
miserable
vientre masculino,

vacío, que no genera más que vértigo
y soledad, que no produce más

que pequeños estremecimientos de angustia sin nombre,
entumecimiento de la piel y la mente,

viscosidad del
pensamiento,

y un

bolo alimenticio fantasmático
que se demora en la garganta,
que exaspera los
esfuerzos de
la
tráquea,
y que
se
estanca


y

se

hunde

a
la

vez

como un
globo hinchado en el pecho

y

un infierno que arde en los intestinos.
Noviembre negro

un aguacero en el paraíso,
el cielo se viene abajo.
la comunión de lo sintagmas
se derrumba como un castillo de naipes.

la mala flourescencia del aire
se acopló una noche con el ruido
ronco, del amanecer oscuro
las estrellas se dieron la espalda

todo fulgor o resplandor en el mundo
por un segundo
se desesperanzó

se hizo imposible comunicar

las mordazas del viento,
sus tentáculos crueles,
se quedan en una
inmovilidad anodina

si motivos si quiera,
ni para resoplar,
ni para quejarse de la depresión

catatonía

enervación radioactiva
del absoluto vacío de la potencia:
profunda rigidez de la ausencia.

histerizacion de acero de toda representación,
de toda imposibilidad de bienestar,
de toda comodidad
de todo simplemente hoy no estoy tan mal.

aparición, corporeización, turgencia, iridiscencia, entumecimiento, rigidización, fosilización, pulverización, y desaparición
de toda chispa de potencia tibia,
de todo esbozo frustrado de media sonrisa tranquila

domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Qué profundidad tiene el espejo que refleja la ausencia?

lunes, 4 de septiembre de 2017

¿Será verdad que duerme en mi
una bestia abominable?

sábado, 2 de septiembre de 2017

las calaveras vienen a saludar al viento negro que revolotea afuera,
que se estrella contra la ventana
un camino recorrido.
largo recorrido
y serpenteante
parece retroceder
avanzar,
internarse por los campos
perderse en la neblina blanca de la mañana.
Han matado al toro,
sin símbolos,
han matado al toro
en una masa estratósférica,
lo han matado,
a punta de espada
atento el verdugo,
caen los tonos,
al toque de degüello,
y pesada y torpe cae la hoja,
se arrastra cansada sobre el final,
empuja con soberbia,
60 kilos de muerte.
En el fondo un cuadro de Marat
se salpica con sangre,
un comité delibera.
Un largo camino recorrido.
Las luces salpican la carretera,
las carretas a trompicones
se disputan la acera.
Una montaña en el fondo
está en punto de desahucio,
está sobrevpoblando el pasto,
las agujas del reloj,
la carroña del corregidor,
sobre la plaza pública,
y los buitres le picotean los ojos.
Una pesadilla en barroco,
no puede huir, no,
después de darme la luz, no,
no puede huir,
la familia, no, no puede ir
las camisas no,
las visiones,
los tazones,
los recuerdos,
los recortes,
las hebillas no,
las pasiones,
los encuentros no,
las canciones.
El amanecer no puede huir, no.
Después de darme la luz, no,
tengo los dedos pegados,
no puedo escribir,
un peso de 60 kilos de acero
me estrangula,
las nubes no, no pueden,
ni en las uñas.
La puerta está trancada,
en la puerta la tormenta golpea,
en las ventanas,
se siente llamar al que viene, viene llegando
el que viene,
es la tormenta el que viene, es él, que viene,
adentro la madera se quema lenta
bailando,
y el viento de la tormenta azota las ventanas,
la sed de las ventanas,
y la madera baila,
las herraduras rechinan,
los goznes, las tuercas,
los árboles redoblan,
se aferran más fuerte,
y la tormenta sacude todas las masivas
todas las cortinas,
las plegarias se deshacen en el suelo,
en un charco,
la esperanza se quiebra en el suelo,
en las rodillas, en los nudillos,
en la carne expuesta,
en las grillas,
en las rendijas, en las rejillas,
en las cerraduras.
La comida es para comerla en familia,
las palabras son para ser dichas,
el aliento es para respirar la lengua, para besar
el cuerpo amado, barrado,
y encontrarlo de nuevo
buceando bajo las sábanas,
enervado en amor,
en desesperación de vida,
en exceso vital.


sueño terribles pesadillas
y los terrores nocturnos me despiertan
para poder seguir soñando,
un exclusión radical
del objeto,
un tornado
contigo al centro y una margarita,
una marca vital.