lunes, 18 de septiembre de 2017

¿cómo borrar con una mano
los avatares de la mala conciencia
como volverse no nacido para los ojos
para los medios, para las lenguas,
para los agrezas,
las discordias, las distonías,
la desincronización vital de los tiempos
y de las contingencias?
¿como sintetizar la familiaridad,
obtener una cura del cariño,
de la cercanía y la confidencia?
como entregar inocentemente cualquier afecto
y ser franco?


¿cómo hacer?


¿Cómo ya nunca más perder la inocencia,
y, a la vez,

no ser también ya radicalmente consciente
de que ya cualquier afecto se actuará en un escenario
se amará como un guión
como un fantasma en el teatro,
se acariciará con una onomatopeya,


y poder dejar de saber por un rato
que todas las ternuras serán de utilería;
serán como un cartón de leche reciclado:

cada vez que se le reutiliza
adquiere una pequeña pestilencia

una leve agriedad
que cubre sutil
pero insoportablemente

todos los sabores,

hasta ya no ser capaz de disfrutar nada





Oh

cómo hacer




Cómo

momentáneamente

desconocer
que la única

manera de conjurar esos hedores
es volver

a los mismos delgados brazos

a la misma amplia sonrisa

a la misma porcelana



que los iluminó un día

que los tomó de un bote de reciclaje inmundo


y los limpió con paciencia
y los pulió tiernamente
y los besó con ternura y así


durante un tiempo
consiguió

que el solitario ángel del pantano

ya no estuviera tan triste

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