Cómo has estado en el mundo,
hay tantos motivos para llorar,
tantas razones para morir,
y cómo has estado tú en el mundo?
Cuánto vales?
cuando te pidan explicaciones,
cuánto amor trajiste al mundo,
cuánto esfuerzo hiciste por ponerte en su lugar,
cuanto sufrimiento compartiste.
Dónde encontraste el límite de tu ser?
en la frontera exacta de tu piel?
te regocijaste en el pan de cada día?
se te erizaron los pelos en la sonrisa de un bebé?

cuanta sexualidad hay en una lámpara de techo,
y tú desplazándote como un animal del agua,
y tú, terapia para perder el corazón,
sutil como bomba de racimo,
con tu boca voluptuosa,
tus caderas fornicarias.
Tú como imán de terrores,
agüero de terrores,
si pudiera pedirte algo,
desearía desconocerte.
Pero esta noche,
sigues resbalándote entre mis piernas,
te amo un par de horas,
te amo en la oscuridad de la lampara del techo,
que ignoro con los ojos apretados,
y devoras el tótem fornicario
en la comunión por la cual te absuelvo.

Que la muerte no te alcance,
que el mar no se seque,
que la sangre no cuaje.
Que la culpa no te cubra,
y si lo hace, ríete.

Que la muerte no te cuaje,
que el mar no te alcance,
que la sangre no te cubra.
Que la culpa no se seque,
y si lo hace, ríete.

Que te envenenen,
que te corten,
que te humillen,
que te olviden,
que si lo hacen, ríete.

que te rías y levantes las manos,
porque ya no hay esperanza,
tranquilo a carcajadas,
porque ya no hay esperanzas

porque el planeta perdió,
porque el profeta murió
porque el sol se apagó
porque el tiempo pasó

porque el planeta murió,
porque el profeta pasó,
porque el sol perdió,
porque el tiempo se apagó.

y lo hacen, ríete, porque ya no hay esperanzas.

Aliosha, no te salvarás

El mundo ha sido un infierno,

tu casa ha sido un infierno,

estar a tu lado ha sido un infierno;

no te salvarás.

ni aunque todo el perdón del mundo,

ni aunque que hayas sido un santo,

ni aunque todo el arrepentimiento;

no te salvarás.

porque la cuna se ha roto,

porque la fuente está sucia,

porque cargamos la historia de todos;

no te salvarás.

porque la culpa, 

porque la mancha indeleble,

porque la sangre,

porque el dolor,

porque el hambre,

porque la sed,

porque la crueldad,

porque la indiferencia,

porque la historia,

mientras un niño siga muriendo de hambre,

nadie se salvará.

un día de sexo, dos días sin angustia, soledad. Repetir.

encontrarse en un momento definido, en un lugar definido, desnudando las barreras de la personalidad, que acaricies con suavidad mi corazón sangrante, que te aferres a mi cuello como un náufrago hambriento. Y dejo de fantasear con la circunferencia del horizonte, con la opacidad de las estrellas, con la mímica de los camaleones, se me hace imposible seguir meditando sobre la eternidad del retorno, sobre la latencia de la locura y el suicidio cuando me enredo en los átomos de las manchas acuareladas de tus ojos. Me rindo a la ambición de pensar en las pequeñeces.