lunes, 16 de mayo de 2011

La lluvia sobre tu pelo.

Hoy mi sol no me habla, las letras que lo acompañan me saben vacías
rancias mariposas, color de acero me zumban en el oído
y los grandes edificios modernos son parte del pasado,
y los grandes edificios antiguos son parte del presente.
Un mar de palabras me marea, y una selva carmesí me seduce,
un mar de palabras me aburre y una selva carmesí me ignora
lagunas en par, de tierra clara, me iluminan
a traves de los cristales, de dulce, me miran
y la lluvia sobre la hierba es tan hermosa
y la lluvia sobre la hierba es tan hermosa
cuando camina sobre adoquines
con sangre en sus pies
y confunde a quien le acompaña
¡Que nadie le acompañe!
que nadie le acompañe,
no he de ser yo
pues yo estoy perdido en la pradera
y el cielo es el espejo de mi alma
y el cielo está gris y tormentoso
y el cielo deja caer su bendición
para quien quiera aceptarla
como yo acepto la lluvia sobre tu pelo
la lluvia sobre la hierba es tan hermosa
la lluvia sobre la hierba es tan hermosa
cuando caminas sobre adoquines
y quisiera que así fuera para siempre
que llueva por sesenta años, y más
que tengas tu cristales dulces un año más
y el suelo se abre oscuro
y veo reflejado el cielo en el suelo
en el agua aposada entre los adoquines
cuando la lluvia es la lluvia
y la hierba es tu pelo
y yo no sé hacer poesía
pero si sé
que poesía es la lluvia sobre tu pelo.

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