sábado, 11 de noviembre de 2017

te extraño tanto
cuando me acuesto a morir de noche
en mi cama gigante y no hay peso.
En esta depresión,
que siempre tuvo un nombre de ojos grandes,
una habitación es un laberinto sin salida,
las paredes están manchadas de palabras,
los gemidos, las caricias, se quedaron en los rincones
y la cama gigante es un asilo de hielo,
duro como el tiempo, lento, como las horas
que se estancan en mi almohada,
que se pegan a las sábanas,
que se mueren en los psicofármacos

No hay comentarios: