Toda una vida no basta

Despiertas y ves sàbanas blancas, tu cama rodeada por cortinas blancas, un par de maquinas conectadas a tu cuerpo, una mascarilla en tu boca y nariz, agujas conectadas a mangueras que se clavan en tus brazos y penetran en tus venas, y a tu alrededor dos personas, un hombre y una mujer de unos sesenta años màs o menos y una mujer màs joven vestida de delantal blanco.
No sabes que pasa, quien eres, quienes son ellos, que haces allì, como te llamas, nada. Las dos personas mas viejas se emocionan al verte y te abrazan y besan como si te hubiesen extrañado por mucho tiempo. No comprendes nada, luego sacan unos extraños aparatos pequeños con los que hablan, en unos minutos llega una mujer de unos cuarenta años y dos niños que no conoces. Extrañamente, las caras de las dos personas mas viejas, y la mujer recientemente llegada te parecen vagamente familiar. Llega un hombre vestido con delantal blanco, que te saca las agujas de los brazos, la mascarilla de la cara, y le pide a la gente que se retire, te pone acostado en un maquina muy grande y rara, te mira los ojo con una lucesilla, te aprieta la muñeca con dos dedos, escribe en una agenda y se va, durante dias se repita esto, la visita de los viejos y la mujer, luego el hombre de blanco con sus extraños procedimientos. No entiendes nada. Luego de un par de semanas, llegan estas tres personas denuevo, te ayudan a levantarte y a cambiarte la ropa, se ven muy felices, sales de tu habitaciòn acompñado de las demàs personas, caminas por unos pasillos, bajas por una escalera, cruzas una puerta grande de vidrio, y te llega el viento de la tarde en la cara, institivamente te cubres para protegerte, pero luego comprendes que no te hace daño, ves los hermosos colores del atardecer un dia de otoño, todas las tonalidades de cafes, amarillos, naranjos y burdeos de las hojas caìdas y por caer de los arboles y amas todo esto y te preguntas donde estuviste todo ese tiempo y porque no lo habìas visto antes, entonces las dos mujeres y el hombre te conducen a traves de un suleo gris y duro hasta una cosa grande y azul, que se abre, te meten dentro de el, y luego ellos tambien entran, te acomodas sobre la superficie, que es suave y calida, de pronto la cosa ruge y comienza a moverse ràpido. Mientras la cosa se mueve, te preguntas que es todo esto, porque todas las cosas que ves te son tan desconocidas, y a la vez tiene una vaga familiaridad. La cosa se detien frente a una casa, te bajan de la cosa, y te hacen entrar a la casa por una puerta, dentro hay mucha màs gente que te es vagamente familiar, todos estan felices de verte. En las murallas ves imàgenes en las que sales tu con otras personas, que se parecen a las que estàn en la casa, pero màs jòvenes. De pronto en tu mente todo comienza a aclararase, admites que conoces a esas perosnas pero no sabes quienes son, conoces las palabras que dicen pero no comprendes. la mujer que viste anteriormente te hace sentarte en una silla, frente a un cuadrado grande donde están sentados los demàs, y ponen frente a cada persona, una cosa redonda con un bulto tibio al medio, de colores y con olores muy diversos. El hombre viejo te ve que te sientes incòmodo y te hace pararte de la silla, te lleva a un habitaciòn aparte y te dice:
-Hijo, esperaba con ansias la oportunidad de poderte ver una vez màs asì, no sabes la felicidad y la impresiòn que me provocò saber que habìas despertado, despue de todo, veinte años en estado de coma desesperanzan a cuaquiera y más con un ataque cerebral tan fuerte como el que te diò a ti...
Tu padre sigue hablando, pero no le prestas atenciòn... veinte años! estas personas son tu familia! lo ùltimo que recuerdas es que eras un joven de diecisiete años, que pasò con tu vida, con tu hermana, solo un par de años mayor que tu, con tu padre, tu madre, tus amigos, te das cuenta que han pasado veinte años y la vida te da una nueva oportunidad, no serà fàcil, tendras que comenzar todo de nuevo que dices, te animas?








Chao Pescao*