domingo, 10 de agosto de 2014

Tú no quieres conocerme, te lo advierto. Eres tan parecida a Magnolia, tienes casi la misma línea de ojos, prácticamente la misma cascada al sol, la cara un poco más larga, pero la misma neblina, la curva de los arcos de los pies es semejante, sin embargo más nariz que pómulos y ese es tu punto. Magnolia me dijo algo la última vez que hablamos, me dijo que quería que yo fuera su paralela, no Magnolia!, quiero ser tu perpendicular ¿Porque en esta vida tengo que ser tu paralela? ¿Correré hasta alcanzar la circunstancia? Y yo ahora debo hacer de ella mi paralela para reemplazarte a ti, ¿a quien le sigo prometiendo más mentiras? en la vida real no hay espacio para tales amores ¿en cuál vida sino? ¿en cual muerte, quizás? Y así dejé ir todos estos años de gentes, y te vi luego, caminando entre las gentes, muchos años después, ¿Porque dejamos que el destino nos arrollara como un tractor? Yo aún me imagino la vida contigo, como el primer día, y te vi de nuevo, tan bonita como siempre, pero la juventud ya se nos había escapado, y no fuimos hechos para envejecer juntos, debimos quemar nuestra juventud juntos, dejamos huir el tiempo, y lo empezamos a perseguir muy tarde, cuando ya iba muy lejos. Te mire tan triste, ¡salud por lo que pudo ser y no fue! ahora nuestras espaldas pesan tanto, al menos la tuya, yo siempre he estado dispuesto a volar con tu soplo, y sin embargo no. Nos veremos una noche más, no se si pronto, no se cuando, y te abrazaré, pondrás tu cabeza en mi pecho como siempre, y yo mi mano en tu cabeza, te oleré profundamente, apretarás mi mano, te besaré en la frente, pondrás tu pie entre los míos, y nos dormiremos así. Al otro día volveremos a nuestras vidas.

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