lunes, 28 de julio de 2014

eres una mujer esculpida en la roca de sal, y me preguntó, ¿serás el testimonio de Gomorra?¿Serás la cadena que desciende desde el cielo? Sufrimiento de la tierra, tu espalda se ha quebrado con el peso del tiempo que cargas, confesionario del tiempo mudo. Eres inmenso como el mar de sal que se funde con el cielo, anfiteatro, huesos de las rocas, esqueletos del planeta, te eternizas como el animal originario de cartografía rocosa, vestíbulo del fluido estelar, constrúyete en cuevas salinas, contra gigantes del horizonte, y albergas en tu interior el soplo del eco que insufla la vida, cueva originaria, charca primordial ¿Qué estrellas se han desposado en tu altar? Gala cósmica, matriz, introduces las nociones intuitivas de lo que ha sido innominado, provoca, vibrando a tres coma catorce revoluciones por segundo la cadencia de tu cristal interior, irradia, hacia atmósferas intrépidas y en expansión, ritmos y pulsaciones vitales, abarca lo vacío dando vida. Gran cronómetro del cielo, ¿Quien te ha decretado?

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