domingo, 19 de abril de 2015

Veo mi historia como si no me perteneciera.
Si no existieran soportes
hay tantas cosas que nunca recordaría.
Lo que nos separa del pasado
es tanto más que solo el tiempo
transcurriendo mudo,
imperturbable como un río.
En la distancia lo vivido se aleja tanto
que se borran los contornos y con el tiempo se desvanece.
Y me veo a mi mismo como un extraño.
Que hice o que hecho, ya casi ni respondo por ello.
La memoria del tacto es tan efimera,
la de olores y sabores casi de desvanece en el momento,
los sonidos se diluyen en la distancia abandonada,
las imágenes se velan en la noche del tiempo.

No hay comentarios: