jueves, 2 de julio de 2015

Me mataste el amor, terribles cadenas de oro, aún retumbarán un tiempo más tus terribles agujas de agua en el espacio acongojado, negro, tormentoso. Me volviste a matar el amor, luciérnaga de piedra, corazón coraza, terrible diosa agazapada. Me volviste a matar, terrible infanta, poderosa, ¡ay, el amor! me perdiste cuando te pedí que me encontrarás, y me perdí encontrándote entre tus laberintos congelados, te perdí queriendo encontrarte, y me perdí a mi mismo buscando una forma de encontrarte, no había una que fuese para ti y para mi.

No hay comentarios: