miércoles, 30 de agosto de 2017

En mi teatro de sombras,
trágica, ocupas un lugar
principal, fuente de vitalidad.
Cómo ángel redentor, tu luz
exterminadora, tu presencia
ascéptica, anestesia
las inmundicias de mi interior
como un higo podrido,
maquinal marioneta destino,
se pone en escena drama
hilos de plata, sutiles, invisibles, crueles
se pone en escena drama

El parlamento va:
"Si te digo que amo tus ojos
no me los entregues en una bandeja cercenados
o en un platito de café inocente, durante una mañana,
alegre, y la sangre inundando la mesa,
si te digo que amo esa cruz
inscrita al rojo vivo,
incrustada en tu corazón,
regálamela,
pero no te la arranques para dármela,
retenla, egoísta,
para que pueda contemplarla,
que si me toca me quemaré vivo"

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