jueves, 16 de abril de 2020

de pronto me vi tan lejos de todo
como un color pintado encima, desteñido.
En un camino
que va a otro sitio,
un lugar afuera
en el que mi vida
se desinfla como un globo
que se queja lastimosamente
y se sacude
de toda la resaca de vida
que se me ha empozado en los hombros.
Debo marchar,
a un lugar extraño
originario, antiguo,
donde me encuentre con otro,
donde
el agotamiento de vivir
se suspenda,
un lugar de otros colores,
en el que
todo gesto sea antología,
toda sonrisa
perdure
en una instantánea
en un rincón
imperecedero.
Donde no haya más fondo
del momento
que el instante vivo,
donde me pueda sacudir,
de esta cáscara
herrumbrada
que me ha atrapado,
que ha cubierto mi gesto,
mi mirada,
mi palabra sincera,
con una defensa pueril,
obscena, litigante,
quiero sacudirme,
dejar aflorar
mi gesto sincero,
mi mirada,
mi palabra certera,
ya sin miedos,
no ser ya nadie más hoy
ni donde ni a veces
ni por si acaso,
ni por piedad,
hacer del gesto
un dardo certero del interior,
y salir afuera,
como quien sale
afuera.

No hay comentarios: