viernes, 26 de junio de 2020

Volví de un paseo por el barrio,
han demolido la pérgola
del parque que no veré más,
está ya no será más mi tierra,
vuelvo a ser un expatriado.
Golpe a golpe el viento
recorre el descampado gris
sobre el que construí
castillos de naipes,
y recuerdos secos brotaron del suelo,
marchitos, como el ojo herido
que llora mares de sal sobre la tierra baldía.

Onces ciclos de la luna vio esta tierra,
once estampidas del deseo ansioso,
una misma sed,
una sola y la misma,
abrasadora,
opresión pectoral insatisfecha,
extranjera.
Ríos de tinta, se diría,
fueron vertidos entre estas paredes,
pero sería un anacronismo.
Nadie encuentra a nadie,
todo gira, once ciclos,
y todos terminamos donde mismo.

Una trompeta triste
plañe soliloquios esta noche,
inaugura una noche para los ojos,
sucedáneos, juegos de luces,
tratarán de poner fin
a un scrolling eterno,
fantasmas se actualizan,
como se actualiza un feed,
con mil caras nuevas,
mil vacíos espectrales,
mil pequeñas diferencias,
que anhelan ocultar lo mismo,
uno y el mismo vacío.
un desperfecto estructural,
una falta sorda, ensordecedora.

Y yo por mi parte
inauguro una nueva temporada de dolor escrito.
Yo porto mi dolor en la frente, indescriptible,
tu lo odias, no lo puedes ver,
no quieres saber nada eso, se diría,
pero sería un anacronismo,
y yo por mi parte
inauguro una nueva temporada de dolor escrito,
hago lo que puedo, diría, con lo que tengo.

Intento escribir un dolor sin palabras, diría,
para hacer algo de él,
pero sería un anacronismo,
pintaría descripciones,
apilaría adjetivos,
exhibiría tristes juegos de palabras,
me ufanaría de una abundante producción,
cientos de noches quemadas, diría,
bajo las brasas de una misma herida, diría,
y con qué fin.

Ya no he devolver la vista atrás, diría
como un destino estoico,
pero con qué fin,
la angustia es un planeta descolgado de su órbita,
volver la vista no tendría sentido.

Podría levantar la cabeza,
alzar la mirada,
llevar adelante empresas vitales,
pero con qué fin,
si la angustia es un planeta descolgado de su órbita,
volvería la vista atrás, pero no tendría ningún sentido.





No hay comentarios: