lunes, 10 de agosto de 2020

Siempre que puedo,
me escapó a tu esquina de noche,
a mirar tu ventana,
para ver el año nuevo
si pasa tu silueta
y me invaden colores,
y me clavan gritos en la espalda,
y me devuelvo a media asta,
con un poema atravesado en la garganta,
en la boca del estómago,
en el reverso de la mano,
y miro tu insomnio febril,
tu dolor desbocado,
le veo ojos a tu miedo,
y me miran con odio

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