miércoles, 19 de agosto de 2020

sabes que volvería a ese día
pálido como un recuerdo,
encogido
sentado, entumido,
el día en que no comí, no dormí

y me senté como un fantasma desfalleciente,
enfermo como un árbol,
apuñalado,
a esperar algo,

algo que siempre desfalleció también,
y nunca pude recuperar el calor

ese día morí,
clavado en una silla,
con el viento y la lluvia de otoño,

pasé la noche en la calle,
rasqué el frío en las entrañas,
con intenso dolor,

respire el hielo, comí la calle,

débil,
con la piel exhausta,

y me recogiste
por compasión

me preparaste una comida caliente
me arropaste en esa silla,

recogiste mis huesos en un canasto,
los zurciste con paciencia,

no sirvió

se volvieron a caer
desparramados por el suelo,

no sirvió.

Me tomaste en tus brazos,

me hiciste el amor en tu cama,

me acurrucaste en tu regazo,

me diste respiración,

no sirvió


me acariciaste la frente,

pero nunca pude recuperar el calor,

mis huesos se desmoronaron,

ese día morí

pero no sirvió

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