Si naciera de nuevo,
en cuanto aprendiera a caminar
me arrancaría corriendo
de cualquier casa u hogar
y me prohibiría estrictamente
permitir que la comodidad
me haga asentarme en un lugar fijo,
si naciera de nuevo,
en cuanto aprendiera a hablar
me prohibiría
no hacer canciones al hablar
no honrar la palabra
no hacer esdrujulas al hablar,
hablar con monosílabos,
ni hablar sin silbar,
y me prohibiría tajantemente
no tomar las noches
bajo las estrellas,
no pensar bajo el frío que se sienta,
ni brindar con el aliento vaporoso,
y ya no morir jamás
en los caminos,
en las posadas,
en las encrucijadas,
y en todos los sudores donde me quedé
dejarme en parte y en todo,
y en recuerdo vivir viviendo,
andar andando
los caminos en que anduve,
y morir viviendo
en las mujeres que amé.
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